El panorama económico local se centró en los esfuerzos gubernamentales para absorber pesos mediante instrumentos de deuda de corto plazo. Esta licitación fuera de calendario busca retirar liquidez del mercado, en el marco de una fuerte baja en las tasas de caución. El dólar mostró una tendencia alcista significativa y mayor volumen. Factores políticos también inciden en esta dinámica. La inflación minorista de junio resultó inferior a lo estimado (1,6%), lo que proporciona un alivio temporal.
En el segmento de renta fija, se destacó el atractivo de bonos ajustados por inflación (como TX26) para gestionar las posiciones en pesos, en un contexto de tasas reales elevadas. Se mencionaron otros títulos como el DICP y el “cuasi par”, este último con menor volumen y mayor volatilidad para perfiles de riesgo más agresivos. Respecto a los bonos en dólares, una postura cautelosa prevalece, con las elecciones legislativas cada vez más cerca.
El sector de renta variable local enfrenta un escenario adverso, el Merval muestra una clara tendencia bajista de largo plazo. Los indicadores técnicos sugieren mantenerse al margen del mercado accionario doméstico, dado que muchas empresas cotizantes exhiben tendencias negativas por debajo de sus medias móviles de 200 ruedas. El análisis fundamental de las empresas revela un contexto complejo, con aumento en los costos de producción en dólares y una disminución de la rentabilidad, lo que afecta a las ventas y genera reducciones de personal en diversos sectores.
La economía de EE. UU. mostró datos de inflación mixtos en junio, con el IPC por encima de lo esperado y la medición subyacente (que excluye alimentos y energía), inferior a lo proyectado por los analistas. A pesar de esto, los principales índices bursátiles, como SPY y NDAQ, mantuvieron su fortaleza, impulsados en gran medida por el desempeño de empresas tecnológicas como NVDA y GOOGL. La temporada de balances bancarios inició con resultados favorables para JPM y C, aunque el sector financiero en general no muestra demasiado entusiasmo aunque se encuentre en máximos. El auge del oro refleja un notable flujo de inversores hacia ETF del metal, visto como un activo conservador en medio de tensiones geopolíticas y factores económicos.
En el contexto actual del mercado, es relevante mantener una cartera diversificada y evitar exposiciones extremas a pesos o dólares. Para inversiones de largo plazo, en especial en activos con sólidos fundamentos como YPF o VIST, conservar las posiciones a pesar de la volatilidad es una alternativa. No obstante, para nuevas entradas o estrategias de corto plazo, la prudencia indica esperar momentos más oportunos o señales técnicas claras, debido a que el mercado local mantiene una tendencia bajista.