El mercado argentino se encuentra en una etapa de gran volatilidad, con fuertes bajas en los bonos en dólares y las acciones, mientras el dólar experimenta un ascenso. Esta situación se atribuye a eventos políticos y a la volatilidad en la curva de pesos. La política local domina las fluctuaciones del mercado, se deja en segundo plano los fundamentos de las empresas (que aún así se encuentran deteriorados). Indicadores económicos previos ya mostraban una contracción de la actividad y menor rentabilidad bancaria, lo que sugiere un panorama desafiante.
Los bonos en dólares (como el AL30) se ven fuertemente impactados por el aumento del “riesgo país”, que superó los 800 puntos. Un “riesgo país” elevado dificulta el acceso a mercados internacionales para refinanciar deuda y no necesariamente significa un “default”, sino un escenario complejo. La curva de pesos también muestra un desarme, con bonos como el TX26 que registra rendimientos muy altos lo que refleja preocupación, aunque no se considera un reperfilamiento de estos títulos a largo plazo.
Las acciones argentinas, representadas por el Merval, muestran una tendencia bajista y no existen fundamentos sólidos para esperar un alza generalizada. Los bancos, como BBVA (BBAR) y Supervielle (SUPV), son particularmente afectados por altas tasas, morosidad y aumento de encajes, registra bajos rendimientos. Incluso empresas con buenos balances, como Valo (VALO) o Vista (VIST), sufren el contexto bajista general.
La diversificación en activos del exterior es una estrategia fundamental para mitigar los riesgos locales. Los Cedear son opciones destacadas para dolarizar y acceder a mercados externos. Entre ellos, se mencionan los Cedear de: oro (GLD) por su utilidad como cobertura cambiaria y baja volatilidad, Coca-Cola (KO), Berkshire Hathaway (BRKB) por su perfil conservador y el ETF de Brasil (EWZ) por su tendencia positiva de largo plazo. Para perfiles muy conservadores, se sugieren los ETF de bonos del Tesoro de EE. UU. (TLH).