La jornada mostró un repunte en el mercado local, con un alza en YPF que, sin embargo, no indica un cambio de tendencia. Existe una gran expectativa por los anuncios sobre retenciones al sector agropecuario, especialmente para la carne, aunque se comienza a evaluar el impacto fiscal de esta medida. El riesgo país se mantiene elevado, en la zona de 775 puntos, los bonos soberanos rinden entre 13% y 14% anual. Los balances del segundo trimestre para las empresas locales no se proyectan del todo favorables, y el FMI pone foco en las reservas.
El dólar recuperó cierta calma, se registra un techo en $1300 y achica su valor hasta el cierre de $1.265 en la rueda de ayer. Este comportamiento, junto con el aumento de las tasas de interés, especialmente en las cauciones bursátiles que superan el rendimiento de los plazos fijos bancarios, abre oportunidades para el “carry trade”. Se analizan las Lecap, se evalúa cuánto es el tipo de cambio de equilibrio para obtener ganancias en dólares. Aunque existen posibilidades a corto plazo, una estrategia de “carry trade” a largo plazo (hasta enero próximo) conlleva un riesgo significativo.
El rebote del mercado se apoyó en la mejora de calificación de “Moodys” para bonos de YPF y otras siete empresas argentinas, lo cual favorece a las Obligaciones Negociables. En el caso de YPF, se observaron señales técnicas favorables que invitan a un rebote, pero no a un cambio de tendencia. La aprobación del proyecto RIGI para el litio podría inyectar importantes inversiones. Pese a estos factores, el Merval en dólares confirmó una tendencia bajista de mediano y largo plazo.
El mercado estadounidense, particularmente el S&P 500, opera con valuaciones elevadas, superando el promedio histórico de su PER, lo que sugiere precaución ante posibles caídas. El sector tecnológico presenta una “sobrevaluación”. Factores como el déficit de EE. UU. y las tensiones entre la Reserva Federal y el Poder Ejecutivo sobre las tasas de interés y aranceles suman incertidumbre. Se alcanzó un acuerdo arancelario con Japón que beneficiaría a EE. UU., y la situación con Europa se revisa.
Ante el panorama actual, se podría optar por una estrategia cautelosa, especialmente en el mercado local, donde los rebotes son técnicos y no marcan cambios de tendencia. En el mercado internacional, la alta valuación de sectores como el tecnológico invita a considerar la toma de ganancias.